+504 2239-2588, 2239-0806 info@che.hn
Library zlibrary

Por Hugo Salatiel Valladares

Hoy día, nos preocupa un problema fundamental que emerge del desarrollo desequilibrado que encontramos en la producción agrícola. Cada vez nos impactan más las estadísticas de una menor producción, una mayor importación de alimentos y una juventud desorientada.

Si nos detenemos un momento para observar nuestro recorrido socio económico de los últimos 100 años, obtendríamos las bases necesarias para analizar nuestro comportamiento como humanos, lo que nos daría pié, para no cometer los mismos errores y mejorar aquellos tiempos cuando vivimos con paz, tranquilidad y alegría; tal y como sucedió en el primer cuarto del siglo pasado-1925-1950, período ese que fue menos afectado por el acontecer mundial.

En el último cuarto de siglo, el empleo tuvo grandes diferencias con relación a los empleos anteriores, ya que se le enseñaba al trabajador el valor de su trabajo para iniciar un mejor estilo de vida que le permitiría visualizar otros derroteros para ser emprendedor. Se le enseñó el trabajo tecnificado, se renovó el empleo que estaba empezando a escasear en otros rubros, se mejoró el sentido de servicio; desafortunadamente, la facultad de producir y saber trabajar con tendencias al “emprendedurismo” no se realizó. Quizás fue, el aumento en el costo de vida, debido a que los trabajos cada vez son menos remunerados, lo que ha limitado otras iniciativas de inversión, pero que forzó a algunos jóvenes a incursionar en actividades ilícitas para poder agenciarse ingresos.

Tenemos que hacer grandes cosas para revertir los conceptos errados, para recuperar el valor de la persona y volver a las actividades en el campo para darle a la juventud una meta significativa. Tan pronto pongamos manos a la obra, más rápido saldremos con soluciones efectivas para una juventud necesitada.

El economista que debate con frecuencia los aspectos de la deficiencia alimentaria, analiza la evidencia que refleja la escases que se observa en la producción de alimentos, que requieren de atención suficiente y necesaria para solventar dicha deficiencia alimentaria.

Compartir esto